...

3.7.12

¡Luna!


Luna, esta fue la segunda noche que me haces falta, y la verdad me dolió.

Mientras caminaba, pensaba en el vacío que traía a mi corazón el no poder ver y sentir tu hermosura, en el dolor que sentía en el alma que tu luz no me acompañe, que tal vez estés en otra parte del mundo sin recordar que yo estaría ahí todas las noches esperando devotamentete.

Pero como era ya la segunda noche sin ti, me hice más fácilmente a la idea que no estés junto a mi.



Luna, seguí caminando, aún desesperado, buscando tu luz mas allá del horizonte, pero no la encontré. Al encontrarme en la completa oscuridad perdí el miedo, la oscuridad es buena compañera sabes, me llevó a meditar. Mientras lo hacía encontré muchas luces, que son más reales que tú, Luna, luces que iluminan aún más que tú.

Luces que son capaces de brillar por sí mismas y que no son solamente un reflejo del Sol. Te creí perfecta, pero me dí cuenta que no es así. ¿Cómo puedes ser perfecta si tu luz es esporádica? ¿Cómo puedes ser perfecta si tu luz se esconde fácilmente tras unas pocas nubes?

 Luna, mientras te busqué tropecé varias veces en el camino, hasta el aire me hizo falta, pero me di cuenta que es normal, sólo debes acostumbrarte. Gracias Luna, aprendí mucho gracias a ti. En tu reflejo recordaré todo lo que de tí aprendí: ¡A brillar con mayor fulgor!

No hay comentarios: