AMORTIZACIONES
Todos los elementos del inmovilizado están afectos a una pérdida de valor o depreciación, ya por el uso que de los mismos se hace en el proceso económico (depreciación funcional), ya por el simple transcurso del tiempo (envejecimiento) con independencia del funcionamiento del elemento y también por la aparición en el mercado de nuevos procedimientos y técnicas más perfectas (obsolescencia). La expresión contable de tales depreciaciones se denomina amortización. De esta manera, a la serie de gastos que conlleva la realización de una actividad, hay que añadir la amortización del inmovilizado.
De todo lo indicado anteriormente, podemos deducir que, desde un punto de vista económico, la amortización es un coste, y desde un punto de vista puramente contable, la amortización es la contabilización de una depreciación. Pero además, también podemos decir, desde un punto de vista financiero, que la amortización supone la conversión en elementos líquidos o realizables a corto plazo, de elementos del inmovilizado. A través de la venta de los productos o servicios en los cuales han sido utilizados los elementos del inmovilizado, se recupera, como un elemento del coste incluido en el precio de venta de dichos productos, la depreciación considerada. Es algo así como si estuviéramos vendiendo a “trozos” estos elementos del activo fijo (esta expresión no es intrínsecamente cierta, pero si es una metáfora que ayuda a comprender el fenómeno). Esta recuperación, debidamente materializada en el activo de la empresa, nos deberá permitir la reposición del elemento llegado el momento de su completa inoperancia.
Dentro del campo financiero, también se emplea el vocablo amortización como extinción gradual de una deuda.
La amortización es, en cierto modo, una extensión de la periodificación para medios productivos del inmovilizado. Cuando la empresa adquiere un ordenador, es decir, cuando hace un gasto consistente en la compra de un ordenador, lo contabiliza en la cuenta de “equipos para el proceso de la información”. A través del proceso de amortización se pretende distribuir el gasto efectuado entre los ejercicios económicos en que la empresa prevé utilizar el ordenador.
Métodos contables de la amortización
Existen dos métodos :
- Directo
- Indirecto
1 - Méto directo
Consiste en disminuir en la propia cuenta del elemento patrimonial depreciado, el importe de la amortización, con cargo a una cuenta del subgrupo 68 que llamaremos “Amortización de ......”, poniendo en los puntos suspensivos el nombre de la cuenta en el que se incluya el elemento cuya depreciación estemos considerando.
Por ejemplo: Se adquiere maquinaria por importe 100, y al final del ejercicio, se considera una amortización de 10.
Para contabilizar la amortización según este método, haríamos el siguiente asiento:
_______________ _______________
10 Amortización del inmovilizado material (682)
a Maquinaria (223) 10
_______________ _______________
El esquema de las cuentas implicadas sería el siguiente:
Maquinaria | (223) | Am.In.Mat. | (682) | ||||
100 | 10 | 10 | |||||
Por este procedimiento, la cuenta de “maquinaria” arroja un saldo de 90, que es el teórico valor actual de este elemento patrimonial.
La cuenta 682 que hemos utilizado para recoger el gasto que supone la amortización, agrupa todos los elementos que tienen la condición de inmovilizado material (Construcciones, instalaciones técnicas, maquinaria, utillaje, etc), pero podíamos haber utilizado una cuenta específica del elemento depreciado, como por ejemplo,”amortización de maquinaria”. En este caso, le asignariamos una clave de nivel inferior, como por ejemplo la 6821. Hay que tener en cuenta que nuestro P.G.C. es abierto, es decir, podemos abrir aquellas cuentas que consideremos oportunas para nuestras necesidades de información.
2 - Método indirecto
Se caracteriza este método, porque en lugar de emplear como contrapartida del gasto la cuenta representativa del elemento depreciado, se sustituye por otra que actua como compensatoria de aquella. En el supuesto anterior, el asiento que redactaríamos seria el siguiente:
________________ ________________
10 Amortización del inmovilizado material (682)
a Amortiz Acum. de maquinaria (2823) 10
_________________ ________________
En este caso, el esquema de las cuentas sería:
Maquinaria | (223) | Am.In.Mat. | (682) | Am.Ac.Maq. | (2823) | ||
100 | 10 | 10 | |||||
De esta manera se pone de manifiesto que el “método indirecto” aporta más información , ya que permite saber, de un lado, cual ha sido el coste del elemento y, de otro, el importe amortizado hasta la fecha, que da una idea del envejecimiento del inmovilizado.
3 - Los elementos del inmovilizado y su amortización
Subgrupo 20. “Gastos de establecimiento”
Se aplica el método directo.
Subgrupo 21. “Inmovilizaciones inmateriales”
Se aplica el método indirecto.
Subgrupo 22. “Inmovilizaciones materiales”
Se aplica el método indirecto.
Nota final
El tema de “las amortizaciones” es uno de los temas más importantes de la Economia de Empresa. Se puede estudiar bajo diferentes vertientes, todas ellas de extraordinaria importancia desde el punto de vista de la “planificación financiera de la empresa”. Aquí nos hemos limitado a estudiar los aspectos contables de la cuestión, sin entrar en la problemática que plantea, por ejemplo, la consideración de la base sobre la que deben de realizarse los cálculos : ¿precio de adquisición?, ¿precio de reposición?, ¿teniendo o no en cuenta el fenómeno de la inflación?, o bien, ¿en que deben de materializarse los fondos que se van constituyendo hasta la reposición del elemento?. Todas estas cuestiones citadas a modo de ejemplo, siguen siendo motivo de polémica , y dada su naturaleza, de dificil consenso. Abarca demasiadas áreas de la ciencia empresarial, que siempre se ve constreñida, lógicamente, por los aspectos jurídicos que tratan de evitar, cuando menos, la picaresca inherente al ser humano. No obstante, al margen de los problemas contables y de tributación fiscal, se pueden establecer políticas de amortización como acciones estratégicas. Es decir, como acciones a realizar para conseguir los objetivos fijados por los responsables de la empresa (o de la Nación). Un ejemplo extraordinario en este último aspecto, nos lo proporcionan Alemania, Japón, Italia, entre otros, ya que durante la posguerra de la última guerra mundial, con la aplicación del denominado efecto “Lohmann-Ruchti”, que demostraba el efecto multiplicador de la reinversión inmediata, o en el menor plazo posible, de las cuotas de amortización, estos paises lograron una insospechada puesta a punto de sus economias. Una gran parte del denominado “milagro aleman”, se debe a esta inteligente política de aplicación de las amortizaciones. No es objeto de esta asignatura el abordar todas estas cuestiones, pero si debe de quedar en la mente del alumno que, dada su posibilidad de llegar algún dia a ocupar puestos decisorios en la empresa, deberá de dar , en el terreno de la“autofinanciación”, enorme importancia al tema de las “amortizaciones”.
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